Titular del Ambiente señala que no tienen voluntad para llegar a un acuerdo.
Todo parece indicar que el paro indefinido contra el proyecto minero Tía María continuará sin tregua en la provincia de Islay.
Ayer, los alcaldes de este sector y los dirigentes del valle del Tambo abandonaron la reunión de diálogo con los cuatro ministros que llegaron a Arequipa para solucionar el conflicto que ya lleva 39 días.
Los burgomaestres de Islay, Mollendo, Cocachacra, Punta de Bombón y Dean Valdivia se retiraron por la presencia de la presidenta del Congreso de la República, Ana María Solórzano, y de los parlamentarios arequipeños Juan Carlos Eguren, Gustavo Rondón y Marco Falconí, a quienes acusaron de traición por no apoyarlos en su lucha.
FRUSTRADO. La cita estaba prevista para la 1.30 de la tarde en la sede del gobierno regional, donde el titular de Agricultura, Juan Benites, iba a encabezar la mesa de diálogo no solo con las autoridades locales, sino también con los dirigentes de los agricultores y de la población.
Fue el presidente de Defensa del Valle del Tambo, Pepe Julio Gutiérrez, quien protestó por la presencia de los legisladores y exigió que se retiren de la sala; sin embargo, ante la negativa, salió abruptamente del recinto acompañado de los alcaldes y del presidente de la Junta de Usuarios, Jesús Cornejo.
Tras lo sucedido, el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar, criticó la actitud y dijo que los opositores al proyecto “no tienen ninguna vocación de diálogo”, por lo que no aceptarán más actos como este.
“Esto es inaceptable, por lo tanto ante la respuesta y la negativa, el Estado evaluará las siguientes medidas. Es un desplante al pueblo de Islay que está cansado de esto”, dijo.
Por su parte, el representante de Agricultura, Juan Benites, manifestó que continuarán intentando el diálogo y que están dispuestos a evaluar una propuesta con la mesa técnica para responder a las inquietudes de los pobladores.
“Si encontramos algunos espacios que debían ser complementados (en el proyecto), estamos dispuestos como Gobierno a financiar los servicios de un tercero, como la Unops, para que la empresa tome en cuenta esas actividades adicionales que podrían derivarse de esos estudios”, enfatizó.
MINA NO. Mientras esto sucedía en la ciudad, en el distrito de Cocachacra los agricultores de los centros poblados se reunieron desde del mediodía a la entrada del pueblo, donde esperaban el comunicado de sus dirigentes.
Los comercios cerraron sus puertas desde las 11.00 de la mañana, unos para evitar ser víctimas de agresiones por parte de los protestantes y otros para unirse a la movilización.
Según dijeron, la única manera de que terminen con la medida de fuerza es que la empresa minera Southern Copper retroceda. “No vamos a aceptar que se modifique el proyecto, nosotros no queremos que la mina venga y solo cuando el Gobierno nos disponga ello, vamos a dejar el paro”, expresaron.
Incluso aseguraron que están dispuestos a perder la cosecha de las 15 mil hectáreas de arroz que ya lleva 15 días de retraso.
Para sostenerse, los manifestantes hacen a diario ocho piquetes en los que las mujeres preparan alimentos en ollas comunes.
“El Gobierno piensa que nos va cansar porque nos va faltar comida. Pero eso no pasará porque somos agricultores y siempre tendremos qué comer”, expresó una profesora del lugar.