Por primera vez, Presidente admite aportes de Venezuela, pero niega que hayan provenido de gobierno chavista.

“Un fuerte abrazo mío… Nadine les manda un fuerte abrazo a todos ustedes”. Es la primera frase que ensayó el presidente Ollanta Humala al iniciar su discurso ante un grupo de pobladores de una barriada de Villa María del Triunfo.

“Que aún con todo este ruido político sigue trabajando la Primera Dama. Más allá de todo este ruido político”, remarcó el jefe del Estado, colocando en primer plano el tema de las investigaciones a su esposa por presunto lavado de activos, al inicio de una inauguración de obras de agua potable.

ENFADADO. Finalizado el acto, el presidente Humala habló largamente para defender a su esposa sin ocultar su mortificación.

Según su apreciación, todo se reduce a la “mala leche” contra la Primera Dama, lo que ha dado lugar a una serie de acusaciones “ridículas”, “exageradas”, ”indebidas, “irregulares”, tras la reapertura de un caso investigado y archivado en el 2009.

“No solo como Presidente sino como esposo -dijo-, yo siento indignación (por) cómo se hace de esto una persecución. Es una cosa jalada de los cabellos, exagerada”.

El Presidente reiteró los argumentos de Roy Gates, abogado de la señora Nadine Heredia.

A su juicio, el fiscal César Rojas hizo una reapertura del caso “de una manera irregular, indebida”.

En su opinión, lo que debió hacer el fiscal es corregir el error, y en vez de ello incluyó en las investigaciones a la madre de Nadine Heredia y sus movimientos financieros por la adquisición de un inmueble.

Remarcó que el año 2005 “ni siquiera teníamos partido (político)”.

“Se trata de una colaboración de empresarios venezolanos y de otros países, seguramente, pero que no tiene nada de ilegal”, señaló admitiendo el aporte venezolano.

El Presidente cree que la donación hecha por la empresa venezolana Kaysamak C.A. por $87 mil a las cuentas de la madre y una amiga de Nadine Heredia no tiene nada de ilegal.

Eso sí, negó con énfasis que el régimen venezolano, conducido en aquel entonces por el presidente Hugo Chávez, haya entregado fondos para financiar su campaña presidencial de 2006.

DERROCHE. “¿Qué tiene de malo que la señora Nadine Heredia se tome un chocolate Gold Night en Nueva York?”, volvió a la carga, indignado, cuando se le hizo notar los gastos de su esposa considerados excesivos.

“Es mucho más que un chocolate, Presidente”, le hizo notar un reportero.

Ollanta Humala estima que los gastos de su esposa es un tema en el que no debe inmiscuirse por respeto y por ser asunto de “dos señoras”.

POLÉMICA. La oposición no fue ajena al caso de Nadine Heredia, pues recibió cuestionamientos de diferentes tiendas políticas.

El congresista aprista Javier Velásquez Quesquén señaló que se debe tener en cuenta durante la investigación que Rocío Calderón “es funcionaria pública”.

“Por favor, la señora Calderón ha integrado el Organismo de Supervisión de Contrataciones del Estado (OSCE)”, comentó.

El legislador agregó que es gravísimo que Nadine Heredia haya usado la tarjeta de crédito de una funcionaria pública.

“Yo aún no me atrevo a decir que hay lavado de activos, pero si no hay nada que esconder por qué no colaboran con la comisión investigadora”, señaló en radio Exitosa.

En tanto, el parlamentario fujimorista Alejandro Aguinaga consideró que las recientes revelaciones sobre envíos de dinero “han confirmado la siempre negada conexión con Venezuela”.

“A través de intermediarios, el dinero llegaba a Nadine Heredia. El dinero salía de una empresa en Venezuela, llegaba a Nueva York y luego a la cuenta de Nadine”, dijo.

Asimismo, Alejandro Aguinaga criticó al presidente Ollanta Humala por cuestionar al Ministerio Público, tras la decisión de investigar a su esposa. “El jefe de Estado no puede interferir con otro poder del Estado”, sostuvo.

Por su parte, el legislador Yonhy Lescano demandó la creación de otra comisión investigadora exclusivamente para determinar el origen de los dineros que llegaron a la cuenta de Nadien Heredia. Anunció que su bancada presentará la moción respectiva.

Sin embargo, el congresista oficialista Santiago Gastañadui indicó que “hay un tufillo político” y una “persecución política sumamente grosera” que busca destruir el capital político de la Primera Dama.

“Tenemos que exigir al Ministerio Público que actúe con objetividad e imparcialidad y que no se deje presionar tanto por la oposición”, sostuvo.