Largas colas se realizaron en el Pozo de los Deseos en busca del ansiado milagro.

Dicen que la fe mueve montañas. Eso lo pueden testimoniar los miles de fieles que desde tempranas horas de ayer realizaron extensas colas para ingresar al santuario de Santa Rosa de Lima, en el centro de la ciudad.

El objetivo fue depositar sus cartas en el Pozo de los Deseos o conocer de cerca el lugar donde vivió la santa limeña.

No importó el intenso frío o la llovizna que iba y venía con el transcurrir del tiempo pues, a pesar de esto, la cola seguía incrementándose, tomando la forma de una culebra que serpenteaba entre los jirones aledaños al santuario.

Testimonios. “Vengo desde hace cinco años a depositar mi carta. Aquella vez le pedí por la salud de mi madre, que estaba muy mal de los bronquios, y me la curó. Desde ahí no hay excusa para dejar de venir a visitarla y darle las gracias”, refirió Jessica Montes, una joven madre que acudió con sus dos menores hijos.

Ignacio Calderón, un ingeniero civil que se encuentra desempleado desde hace seis meses, manifestó que no tuvo mejor idea para encontrar trabajo que encomendarse a la “Patrona de América”.

“Desde hace seis meses vengo viviendo de mi liquidación, no encuentro trabajo hasta la fecha y quizás la ayuda de Santa Rosa me sirva para encontrar el empleo que necesito para solventar a mi familia. Tengo fe en que así será, pues sé que es muy milagrosa”, señaló Calderón.

Incidencias. A pesar del estricto orden en que se desarrollaron las actividades dentro del santuario, se presentaron algunos problemas que fueron resueltos por el personal dispuesto por la Municipalidad de Lima.

Es así que se atendieron 26 emergencias médicas por desmayo, caída, hipertensión e hipotonía (problemas musculares) en una de las carpas instaladas para este fin.

Mientras tanto, personal de Defensa Civil registró la pérdida de cuatro niños, los cuales fueron trasladados a una segunda carpa, donde fueron entregados a sus padres.