Iba a ser enlace entre Edgar Alarcón y el Congreso, pero varias bancadas y hasta el fujimorismo cuestionaron designación.

Bastaron poco más de ocho horas de presión política para que el recién nombrado gerente de la Oficina de Coordinación Parlamentaria de la Contraloría General de la República, Juan José Díaz Dios, renunciara al cargo que lo había devuelto a la escena política.

A las 12.30 horas de ayer, en medio de la polémica, el excongresista de Fuerza Popular se vio obligado a declinar luego de que distintas bancadas parlamentarias cuestionaran su designación en el ente fiscalizador. El centro de las críticas fueron sus vínculos con el fujimorismo, hoy principal fuerza de oposición en el Congreso.

La noticia se hizo oficial horas después de la retahíla de críticas que recibió Díaz Dios, a través de un comunicado de la Contraloría, en el que se divulgó la carta de dimisión. Según el documento, el exlegislador optó por dar un paso al costado para no afectar “la independencia” de la institución.

“Mi designación ha sido utilizada para afirmar de manera mal intencionada una relación inexistente entre el partido de Fuerza Popular y la Contraloría General de la República, poniendo en duda la independencia de la institución que usted dirige”, se lee en el oficio dirigido al contralor Edgar Alarcón.

Luego, en una entrevista a Canal N, el exlegislador “naranja” denunció que había sido “discriminado” por “el solo hecho de haber sido congresista de FP”.

“Esperaba críticas, pero se armó una tormenta y la finalidad que yo quería lograr, que era favorecer el clima entre la Contraloría y el Congreso, no la podía llevar adelante. Con mucha pena he tenido que presentar esta carta de renuncia”, dijo.

Sin embargo, aclaró que su contratación se realizó bajo un proceso de evaluación dirigido por una empresa de selección de personal, la cual -dijo- lo “calificó de la mejor manera para el puesto”.

“Es un tema técnico, Fuerza Popular no tenía la menor idea (de que me iban a contratar) y tampoco yo tenía la obligación de comunicar dónde iba a trabajar porque no formo parte del partido hace año y medio. Es cierto que he sido congresista (del fujimorismo) por cinco años y me he mantenido leal”, continuó tras sostener que su experiencia como legislador le da las credenciales para desempeñarse en la referida oficina.

Además, aclaró que su función no era “manejar documentos secretos” tal y como lo afirmó el representante de Acción Popular, Yonhy Lescano, quien se opuso a su permanencia.
LE DIERON DURO. Previamente, Lescano había dejado en claro a este diario que su postura era que Alarcón reconsidere tal contratación.

“Es una persona muy cercana al fujimorismo y eso puede condicionar un trabajo independiente de la Contraloría (…) Como tiene poder el fujimorismo con 73 parlamentarios, está ubicando a personas en determinadas instituciones, en instituciones claves”, dijo a Correo.

Asimismo, opinó que “hay algunos funcionarios que quieren tener el respaldo del poder de turno en el Congreso”, razón por la cual contratan “y son benévolos a través de la colocación de profesionales en puestos claves”.

“Lo más saludable es que el mismo Díaz Dios labore en otro lugar porque hacerlo en la Contraloría crea sospechas, dudas”, puntualizó Lescano.

En el mismo sentido opinó Lourdes Alcorta, vocera alterna de la tienda “naranja”, al considerar que “no fue pertinente” el nombramiento de su excolega.

“Tiene todo el derecho de postular (a un cargo), pero como ha sido parte de las filas nuestras, no es pertinente que esté en el cargo”, sostuvo.

Consultada sobre si el contralor debió evaluar el pasado político de Díaz Dios, Alcorta respondió: “Creo que sí. Yo no tenía idea, no sé ni cómo llegó al cargo”.

Más confrontacionales fueron los integrantes de la bancada de Peruanos Por el Kambio (PPK), quienes fueron tajantes al exigir la renuncia de Díaz Dios.

Juan Sheput señaló que la presencia de un personaje cercano al fujimorismo no solo causa suspicacias, sino que podría provocar alguna intromisión de la propia Keiko Fujimori en la Contraloría.

“Si el señor Díaz Dios quiere hacerle un bien a su propia agrupación, debería renunciar de inmediato a la Contraloría (…) Se transmite la idea de que, a partir de la presencia de Díaz Dios, puede haber algún tipo de intromisión en la Contraloría y un manejo político”, refirió.

De igual modo, Carlos Bruce consideró que es “una pésima idea” que un cuadro político integre un organismo autónomo de fiscalización.

“Yo creo que la Contraloría, al igual que la Fiscalía y el Poder Judicial, deberían ser instituciones que sean y parezcan independientes a cualquier fuerza política. Eso de incluir cuadros políticos en estas instituciones me parece una pésima idea”, sostuvo.

Finalmente, Richard Acuña, de Alianza Para el Progreso (APP), refirió que le parecía “raro” que Díaz Dios haya sido escogido para el puesto.